CAPITAL INTELECTUAL: El capital intelectual de la organización
está constituido de activos intangibles como:
1. Capital interno: comprende la estructura interna de la
organización, conceptos, modelos y sistemas administrativos
y de cómputo. La estructura interna y las
personas constituyen lo que generalmente conocemos
como organización. Además, la cultura o el espíritu
organizacional forman parte integral de esta
estructura interna.
2. Capital externo: comprende la estructura externa de
la organización, o sea, las relaciones con clientes y proveedores, así como marcas, marcas registradas,
patentes y el prestigio de la empresa. El valor de estos
activos está determinado por el grado de satisfacción
con que la empresa soluciona los problemas
de sus clientes.
3. Capital humano: es el capital de gente, de talentos y
de competencias. La competencia de una persona es
la capacidad de actuar en diversas situaciones para
crear activos, tanto tangibles como intangibles. No
es suficiente tener personas. Son necesarios una plataforma
que sirva de base y un clima que impulse a
las personas y utilice los talentos existentes. De este
modo, el capital humano está constituido básicamente
por los talentos y competencias de las personas.
Su utilización plena requiere una estructura organizacional
adecuada y una cultura democrática e
impulsora.
EFICIENCIA: como se hacen las cosas. De que manera se realizan.
la eficiencia señala la relación entre salidas y entradas.
Es un indicador que se expresa en términos de porcentajes
o índices de costo/benefi cio, costo/producto
o costo/tiempo. Es un criterio a corto plazo relacionado
con todo el ciclo entrada-proceso-salida.
Resalta el elemento entrada y el elemento proceso.
Entre los indicadores de eficiencia se encuentran la
tasa de rendimiento sobre el capital o sobre los activos,
costo unitario, costo por producto, costo por
cliente, tasas de ocupación, tiempo de paro, índice
de desperdicio. La eficiencia es aquí un elemento
que predispone a la eficacia.
EFICACIA: para que se hacen las cosas. Que resultados producen. Que objetivos alcanzan. Likert considera como variables intervinientes,
que conducen a la efi cacia administrativa, algunos
factores como calidad de vida en el trabajo, nivel
de confianza e interés, motivación, lealtad, desempeño
y capacidad de la organización para comunicarse
abiertamente, interactuando de manera efectiva y llegando
a decisiones adecuadas. Estas variables reflejan
el estado interno y la salud de la organización.
ser sólo eficiente no sirve de nada, ya que al luchar únicamente por sus intereses el individuo será evaluado de manera negativa por la organización y tendrá sus días contados. Por el contrario, el individuo que sólo es eficaz produce resultados para la organización a costa de sus intereses personales, sacrificando familia y compromisos sociales. Es necesario ser eficaz para proporcionarle resultados a la organización y eficiente para progresar.
MEDIDAS DE EFICACIA EN LA ORGANIZACIÓN
Negandhi sugiere las siguientes medidas de eficacia
administrativa:
1. Capacidad de administración para atraer la
fuerza de trabajo adecuada.
2. Niveles elevados de la moral de los empleados
y de la satisfacción en el trabajo.
3. Niveles bajos de rotación de personal y de ausentismo.
4. Relaciones interpersonales satisfactorias.
5. Relaciones interdepartamentales (entre los subsistemas)
sanas.
6. Percepción de los objetivos globales de la organización.
7. Utilización adecuada de la fuerza de trabajo de
alto nivel.
8. Eficacia organizacional para adaptarse al ambiente
externo.
La eficacia administrativa lleva a la eficacia organizacional.
Ésta se alcanza cuando se reúnen tres condiciones
esenciales:
1. Logro de los objetivos organizacionales.
2. Mantenimiento del sistema interno.
3. Adaptación al sistema externo.
MACROAMBIENTE Y MICROAMBIENTE
Llamamos ambiente a
todo aquello que rodea externamente a una organización.
De este modo, ambiente es el contexto dentro del
cual existe la organización o el sistema. Desde un punto
de vista más amplio, ambiente es todo lo que existe alrededor
de una organización. Como el ambiente es vasto,
amplio, genérico y difuso, resulta difícil avanzar en tal
contexto. Para que el concepto de ambiente sea operable,
definimos dos estratos ambientales: el ambiente en
general (macroambiente) y el ambiente laboral o ambiente
de trabajo (microambiente).
AMBIENTE GENERAL O MACROAMBIENTE: El ambiente en general está formado por todos los factores
económicos, tecnológicos, sociales, políticos, legales,
culturales, demográficos, etc., que se presentan en el
mundo y en la sociedad en general. Estos factores forman
un campo dinámico compuesto por un torbellino
de fuerzas que se cruzan, chocan, se juntan, se repelen,
se multiplican, se anulan o se potencializan provocando
acciones y reacciones, y en consecuencia inestabilidad y
cambio, así como complejidad e incertidumbre respecto
a las situaciones que se producen. El escenario ambiental
influye poderosamente en todas las organizaciones
con un efecto mayor o menor, creando condiciones más
o menos favorables. Por lo tanto, su efecto es genérico y
abarca a todas las organizaciones.
AMBIENTE LABORAL O MICROAMBIENTE: El ambiente de trabajo es el ambiente más cercano y más
inmediato a la organización. Por lo tanto, es el ambiente
específico de cada organización. Cada organización tiene
su propio ambiente de trabajo, del cual obtiene sus
entradas y en el que coloca sus salidas o resultados. De
manera que en el ambiente de trabajo están las entradas
y las salidas del sistema, es decir, los proveedores
de recursos (materiales, financieros, técnicos, humanos
y de servicios), por un lado, y los clientes o consumidores
por el otro. En el ambiente de trabajo es donde la organización
crea su nicho de operaciones y establece su dominio. El
dominio define las relaciones de poder y de dependencia
con respecto a los factores ambientales que acabamos
de describir. Por lo tanto, el ambiente de trabajo
ofrece recursos, medios y oportunidades. La organización
que tiene éxito es la que es capaz de coordinar el trabajo
de individuos y grupos que realizan tareas, de tal forma
que le permita al sistema total operar dentro de las restricciones,
responder a las demandas y obtener ventaja
de las oportunidades que surgen en el ambiente. La primera característica del ambiente es la complejidad.
La segunda es el cambio constante. De ambas se deriva
la tercera característica que es la incertidumbre que tiene
la organización respecto a lo que ocurre en el ambiente.
COMPLEJIDAD AMBIENTAL
El ambiente también se puede analizar en cuanto a su
complejidad, desde el continuum homogeneidad frente
a heterogeneidad. Cuando la organización produce
un solo producto o servicio, su ambiente de trabajo es
simple y homogéneo, ya que está orientado a un solo
tipo de cliente y de proveedor; también a un solo tipo
de competidores y de entidades reguladoras. Pero,
cuando la organización produce diversos productos
o servicios, su ambiente de trabajo se vuelve complejo
y heterogéneo, con una diversidad de proveedores,
clientes, competidores y entidades reguladoras. Si la
organización modifica sus productos o servicios (con la
transformación, ampliación o cancelación), entonces su
ambiente de trabajo también se modifica, así el cambio
trae como consecuencia distintos clientes, proveedores,
competidores o entidades reguladoras. En el continuum
que va de la homogeneidad a la heterogeneidad los dos
extremos son:
1. Ambiente de trabajo homogéneo: permite a la organización
una estructura organizacional simple, con pocos
departamentos para lidiar con los eventos ambientales
homogéneos (o uniformes) y, al mismo
tiempo, centralizada. Es el caso de las organizaciones
que tienen clientes, proveedores y competidores
muy semejantes entre sí, que pueden ser tratados
con cierta uniformidad de criterio por parte de la organización.
En este ambiente, la característica de las
organizaciones con éxito es la simplicidad: son las organizaciones
que tienen un solo producto o servicio
en el que concentran su atención.
2. Ambiente de trabajo heterogéneo: impone a la organización
la necesidad de unidades o áreas diferenciadas
que correspondan a los respectivos segmentos, también
diferenciados, del ambiente de trabajo. El ambiente
de trabajo heterogéneo impone variedad a la
organización y ésta se divide en un conjunto de departamentos,
cada uno de los cuales se responsabiliza
de un aspecto de esa variedad ambiental. Es el caso
de organizaciones que tienen varios mercados de
clientes y proveedores, competidores heterogéneos
y diferentes entre sí. Dentro de este tipo de ambiente, la característica de las organizaciones con éxito es
la complejidad, múltiples productos y servicios para
enfrentarse a distintos proveedores, clientes y competidores.
KATHERINE VALENCIA MUÑOZ
DIEGO DAVID MARIN GOMEZ
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